Días extraños, en los cuales la luz de la mañana te sorprende siendo una persona distinta, con la misma piel y cara pero con un espíritu distinto. Lo que ayer tenia importancia ahora es trivial y lo que era trivial ha dejado de serlo. Y descubres que el mayor misterio del universo eres tu mismo, porque bajo tu piel y carne hay existe otro universo regido por leyes propias que no dictas tu. Pobre iluso si te crees el dios de ese nuevo mundo y piensas que puedes mutarlo a tu antojo, pues no es así. Las reglas del juego son aleatorias y se crean y cambian a si mismo a su antojo.
Pero el hecho de adentrarnos en un país desconocido cuyas leyes desconocemos no ha de asustarnos. Vamos un pos de un grial que no esta echo de gemas y plata, vamos en pos de la verdad que se oculta en el los mas oscuro. Y quizás no nos guste esa verdad, no nos guste lo que veamos y aprendamos. Pero al menos no nos hemos detenido y dorminos el xueño eterno de la autocomplacencia.
En otras palabras, evoluciono, aunque todavía no se hacia donde.
domingo, 15 de agosto de 2010
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