domingo, 11 de abril de 2010

La alquimia mental

“Todo es doble; todo tiene dos polos; todo su par de opuestos; los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semiverdades; todas las paradojas pueden reconciliarse.”

EL KYBALION

De un tiempo a esta parte he estado estudiando, aprendiendo cosas nuevas y reaprendiendo otras que había olvidado. Quizás una de las lecturas más interesantes ha sido el Kybalion, que trata sobre la filosofía hermética. Principios como que el universo es mental y que todo es uno han adquirido un significado mas profundo. Me han sido reveladas algunas ideas que he decidido aplicar a distingos aspectos de mi vida,

Una de ellas es el principio de polaridad. Según este, principios como el bien y el mal, el orden y el caos, el amor y el odio, etc, no son ideas independientes y antagónicas, sino que son extremos de una misma idea, separados en grado pero con una misma naturaleza. Si se parte de ese principio, y se posee la suficiente disciplina mental podemos cambiar la naturaleza de nuestros sentimientos, invertir las corrientes que guían nuestros pasos. Por ejemplo es terriblemente fácil odiar a otro, sobretodo si nos ha lastimado. La verdadera alquimia mental, la transmutación, es convertir en ese sentimiento negativo en algo positivo. Podemos cambiar la naturaleza de las situaciones que nos rodean, si tenemos la voluntad de hacerlo, si somos capaces de cambiar el enfoque, de llevar a cabo el milagro de la transmutación en nuestra mente para que esta guíe nuestros pasos. Si lo conseguimos, habremos ascendido a un plano de existencia mas elevado. Hemos de recordar la paradoja que la única constante universal es que la realidad es mutable, todo cambia y todo puede cambiarse, nada es inamovible.